El uso de arneses de seguridad contra caídas en la construcción

Sin duda, una de las profesiones de más riesgo que existen es la de albañil, o de hecho cualquier trabajo que esté relacionado con la construcción, especialmente cuando hablamos de la construcción de edificios y se tiene que trabajar con estructuras muy elevadas y aún no existen paredes que den seguridad a las personas que circulan por las distintas plantas para llevar a cabo su trabajo. Es por ello que se convierte en algo tan importante el uso de arneses de seguridad contra caídas

Lo mismo ocurre, en realidad, en cualquier profesión que implique trabajar lejos del suelo, aunque sea poco. La prevención de riesgos laborales entra en juego más que nunca cuando los peligros para el trabajador van más allá de lesiones de espalda por mala postura o dolores de cabeza por exposición prolongada a una pantalla de ordenador.

La seguridad está en juego

En el mundo de la construcción y aquellos sectores relacionados con la misma lo que se arriesga es la propia vida, .

Un arnés anticaídas está formado por una serie de cintas que sostienen al accidentado tras la caída, los elementos de enganche, los elementos para ajustar las cintas al cuerpo y una serie de trabillas que permiten al trabajador colocar y por lo tanto llevar encima material para el desempeño de sus funciones.

Diseño eficiente

Se trata de sistemas de prensión diseñados para envolver el cuerpo del trabajador y, en caso de caída, detienen la misma y sostienen a la persona hasta que pueda ser rescatada minimizando el riesgo de lesiones y asegurando su bienestar dentro de la desafortunada situación.

Estos dispositivos rodean especialmente la pelvis de la persona, pues el sistema está pensado para que la fuerza del frenado que se produce al contrarrestar la caída se transmite a los huesos de esta zona, que son los más fuertes del cuerpo, lo que contribuye a evitar posibles lesiones causadas por otros sistemas anticaídas menos adecuados.

Estos serían, por ejemplo, arneses no integrales, es decir los que sujetan solamente la zona de la pelvis, con enganche en la zona del vientre, y no llevan tirantes. En estos casos, si el trabajador pierde el conocimiento durante la caída su cuerpo se coloca horizontalmente al final de la caída y el tirón puede lesionarle las vértebras.

Sin embargo, con un arnés integral, que además de la sujeción de la pelvis incluye tirantes y tiene el enganche más arriba, en el pecho, este riesgo disminuye considerablemente. De hecho existe una norma, la UNE-EN 361, incide en los dos aspectos, que considera requisitos: para garantizar que la detención de la caída se realiza con el trabajador en posición semisentada es necesario que la sujeción esté en las caderas y los hombros, y que el enganche se sitúe por encima del centro de masas del cuerpo, es decir por encima del estómago.

Al parecer, solo cumpliéndose ambos requisitos se consigue que la fuerza de choque de la caída se distribuya en paralelo a la columna vertebral, por lo que cualquier otro tipo de arnés sería inadecuado en el mundo de la construcción.

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